Desde el sector de los administradores de fincas, estamos visualizando cada vez más, que la crisis del Covid19 está provocando y acelerando que locales comerciales se queden vacios debido sobretodo, al cierre de negocios. La cifra en 2020 ha terminado con un aumento de estos bajos comerciales vacios en casi más de un 30%.
Pero, ¿se quedan estos locales comerciales sin función? No es lo vemos que sucede. Ya en 2008, y con la llegada de la crisis financiera, muchos de estos locales pasaron a formar parte del parque de viviendas «por aquellos que no se podían comprar un piso en propiedad debido a los elevados precios».
Pero ante estos cambios, también podemos destacar que, durante el confinamiento, una gran parte de la población nos hemos dado cuenta que «echamos de menos algo en nuestras casas, ya sea por ejemplo, un balcón más amplio, mayor ventilación o más luz». Esto hará que la demanda de «necesidades básicas» sea más exigente para obtener un mayor confort, dejando la ubicación -una de las razones por las que hay gente que convierte locales en viviendas- en un segundo plano. De todas formas, esto no es un factor que vaya a impedir que este mercado siga creciendo, ya que quien demanda esta solución busca «obtener un producto residencial a un precio muy competitivo o en una situación privilegiada».
Desde el sector de los administradores de fincas en Valencia, empezamos a visualizar que en seis o nueve meses habrá una correción de precios al haber más locales disponibles y a la necesidad que tendrá mucha gente de vender su comercio.
